Una vez la fruta es recolectada, se lleva al almacén, donde se descarga y se aplica una cabina de luz UV para la detección precoz de áreas podridas. En épocas lluviosas, y antes de iniciarse el proceso, es conveniente realizar un tratamiento de drencher con productos fungicidas, como TBZ, imazalil, dicloran, fosetil-Al, o sus mezclas.
La mayor parte de los cítricos, se recolectan verdes, para poder aguantar todo el proceso, manipulado y transporte hasta el punto de venta, así que se tienen que tratar con etileno en cámaras especialmente diseñadas. La aplicación de este gas a los frutos recolectados verdes acelera, pues, el proceso de maduración externa. Este proceso recibe el nombre de desverdización.
El lavado del fruto se realiza en grandes balsas o de forma mecánica, para posteriormente llevar a cabo el encerado, abrillantado del fruto y secado.
Los recubrimientos que se utilizan para el acondicionamiento del fruto son ceras, recubrimientos comestibles y envolturas plásticas. El encerado se realiza con ceras de agua. Estas se dividen en dos grandes grupos: soluciones de resinas y emulsiones acuosas. A las ceras se les añade algún fungicida, como ZBZ, imazalil, o SOPP, para mayor protección y para retardar la senescencia de la corteza y mantener la calidad del producto.
A continuación tiene lugar la clasificación comercial del fruto, según diámetro y color (calibrado) y su posterior almacenamiento a baja temperatura hasta su transporte hasta los puntos de venta.
TODOS LOS PROCESOS QUE SE DESCRIBEN EN ESTE ARTÍCULO, NO SE REALIZAN EN HUERTO SINISTERRA, DONDE LOS CÍTRICOS MADURAN EN EL ÁRBOL Y PASAN DIRECTAMENTE DEL CAMPO A SU CASA, SIN NINGÚN TRATAMIENTO POST-COSECHA Y EN APENAS UNAS HORAS.
Fuente: Citricultura de M.Agustí
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