La Brotación es un proceso rítmico, y en nuestras condiciones climáticas, se da en tres etapas muy definidas: primavera, verano y otoño.

La brotación de primavera es la que aporta las flores útiles a la cosecha, se origina sobre ramas desarrolladas el año anterior; ocasionalmente existe desarrollo de yemas adventicias de mayor edad. De entre ellas, la madera de otoño es la que brota más precozmente, en mayor proporción y produce brotes más largos, seguida de la de verano y ésta de la de primavera del año anterior.